Plaza de las Tres Culturas
Hay ocasiones en que ciertas zonas quedan tan ligadas a un hecho, que el lugar pasa a segundo plano, y la gente se olida del mismo como tal. Este es el caso de la Plaza de las Tres Culturas, que haciendo a un lado su aspecto histórico, tiene muchas cosas interesantes que ofrecer.
De entrada, recibe ese nombre porque reune muestras arquitectónicas y culturales de tres momentos de la historia: Las ruinas del antiguo mercado de Tlatelolco, de la época mesoamericana; El Templo de Santiago, último de los restos del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, de la época colonial; y la Torre de Tlateloclo, antigua sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de la época moderna.
Es curioso como, a pesar de estar al lado de dos avenidas bastante concurridas, el lugar es apacible y bastante tranquilo, ideal para un paseo relajante. Para los interesados en la historia, la oportunidad de contemplar la evolución de nuestro país en unos cuantos paso es digno de tomarse en cuenta.
Desafortunadamente, no hay espacios idoneos para sentarse, relajarse y reflexionar, y miren que este lugar da mucho para pensar.