Palacio Postal
En está época de “Guasap” y correo electrónico, a veces nos olvidamos de todo el valor que tienen las cartas a la antigüa, así como todo el valor que tiene el correo. Pero para no sólo revalorar este oficio, sino darnos un agasajo visual, tenemos en esta ciudad el Palacio Postal, un lugar demasiado hermoso para ser sólo una oficina.
Iniciada en 1902, bajo el Gobierno de Porfirio Díaz, fue otra de las obras realizadas en la Capital por el arquitecto Adamo Boari, y hemos de decir que el proyecto original, aunque bello, no se parecía al actual. Cambios adminsitrativos hicieron que se cambiaran estilos y planes a lo largo del proceso, por lo que en 1907, fecha de la inauguración, era una combinación – muy equilibrada eso sí – de diversos estilos.
En la actualidad, debido a que el Correo no tiene la misma afluencia, sólo tres de sus pisos son oficinas, y el último nivel alberga el Museo de Historia y Cultura Naval de la Secretaría de Marina, que vale la pena visitarse.
Así que si tienen oportunidad, visiten el edificio, saldrán asombrado. Y aprovechen para mandar una cartita, que ciertas tradiciones no deben de morir.